jueves, septiembre 07, 2006

Su sueño americano pone a muchos a dormir bien













El ecuatoriano Napoleón Barragán, es un Inmigrante de Oro
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"Los primeros tres años yo trabajé en varias factorías, entonces experimenté todo el proceso que todo el inmigrante tiene, y me alegró, porque en la vida uno debe acordarse de dónde uno viene”...Napoleón Barragan, un inmigrante de oro...

POR EVAN LEWIS

Nueva York.-Napoleón Barragán es un inmigrante ecuatoriano cuyo sueño americano se hace realidad a diario, logrando que muchos duerman cómodamente en la tranquilidad de sus hogares.

Barragán es el fundador de 1-800-MATTRESS, considerada líder en venta de colchones a precios de descuento en toda la nación, con más de 350 empleados, 60 por ciento de los cuales son hispanos.

Puede que pocos de nuestros lectores sepan que detrás de esa mega-empresa, está el esfuerzo de un inmigrante que llegó a Estados Unidos en 1969 a la edad de 26 años, y que de inmediato empezó a trabajar en una fábrica de plástico en Brooklyn, donde “ganaba 60 dólares a la semana”, con un horario de 12 de la media noche hasta las 8 de la mañana.

De ese ayer de trabajo duro al presente es mucho lo que ha llovido, y hace apenas unos días Barragán fue galardonado por el alcalde Michael Bloomberg y el comisionado de Inmigración de la ciudad de Nueva York Guillermo Linares, por sus méritos personales y sus aportes a la ciudad, como parte de las celebraciones de la “Semana de la historia del inmigrante”.

“Este es un momento que me llena de mucho orgullo” dijo Barragán durante la ceremonia de entrega del pergamino.
Al hablarnos de sus comienzos Barragán recuerda que ha sido un inmigrante toda su vida. “Yo creo que soy el prototipo del inmigrante porque vengo de una aldea”, y como nos relata se mudó de pueblo en pueblo en su natal Ecuador, y en “en cada pueblo de esos era un recién llegado. Siempre he sido un inmigrante”.

De “Ecuador me fui a Colombia. En Colombia me consideraban también un recién llegado, un emigrante. Yo he sido un inmigrante en varias partes. He tenido la oportunidad de comenzar desde abajo”, resalta.

Ya en Nueva York vivió “el mismo proceso, como la mayoría. Los primeros tres años yo trabajé en varias factorías, entonces experimenté todo el proceso que todo el inmigrante tiene, y me alegró, porque en la vida uno debe acordarse de dónde uno viene”.

“Uno no puede disfrutar de los momentos buenos si no ha pasado por momentos malos”, subrayó Barragán.
Lo que más recuerda de esos años son las dificultades con el idioma. “Poder hacerse entender. Y luego en la vida profesional es un reto mantenerse”.

Barragán, quien en Colombia era un maestro de escuela, nos enseña lo que aprendió luego de más de cuatro décadas de esfuerzo.

“El negocio es un balance, tanto personal, como de familia, como de negocio. Significa que los gastos no sean más que las entradas. Porque cuando eso pasa no importa el tamaño de la empresa hasta ahí se acaba”.

Barragán también resaltó “la importancia que tiene la comunicación, la distribución de comunicación. La comunicación ayuda a las relaciones de personas, de familias, de pueblos”.

Nuestro INMIGRANTE DE ORO, ahora ve realidad otro de sus sueños. El de enseñarle a estudiantes todo lo que ha aprendió en estos años de grandes esfuerzos, gracias a una sociedad entre empresarios, la ciudad de Nueva York y el sistema escolar.

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