martes, noviembre 21, 2006

Ya agua el corazón, nace la rosa

Este rostro no cabe en una lágrima
Esta rosa no sabe por quién lloro…
Ya agua el corazón, nace la rosa…

Poesía, tú que siempre complaces, incluyendo a los muertos
aleja de mis ojos esa mañana negra

Tú que sumas y restas al guión de la vida,
Permíteme escribir que todavía es mía…
Que en la mañana grande, cuando mire al espejo
Ella dibuje cruces en mi espalda vacía…

Esta sonrisa de telarañas, de serpientes sin alma,
Pide perdón por haberla alejado…

Ella cruzó conmigo la frontera
Abandonó conmigo la mitad de su vida...
El sol hizo en su espalda mi playa
Y en aquella ciudad rodeada de montañas
le dijimos al mundo, he aquí nuestra hija…

Pero es verdad, poesía, que en el desierto de nuestra casa,
construí una muralla
y la dejé al otro lado de la vida…
y la dejé al otro lado de la vida…
y la dejé al otro lado de la vida…


Evan Lewis
New York City

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