domingo, noviembre 12, 2006

Una niña sin país

...por un mundo sin fronteras


Al nacer, dos palomas salieron de tus ojos
Llegaste a esta realidad en el sueño de tu madre
A un lado el sol, atrás el rancho, y debajo el desierto con sus cruces amargas
Ya cruzaste en tu pecera la frontera
Y si tu madre corría para esconderse, tú también te escondías
En ocasiones quisiste darle de beber tu agua de vida,
pero ella se conformaba mordiendo una ramita
y seguía caminado para darte un futuro.
Eres tú quien la lleva
Eres tú quien la guía en su noche más larga
Los coyotes aúllan, las estrellas no brillan
Y el corazón no quiere detenerse.


Evan Lewis
New York City

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