miércoles, noviembre 15, 2006

La sombra de tu estatua es un árbol

A la maestra Adriana Lewis, por presentarme a mi abuelo después de su muerte…



Respiré tus palabras y dentro de mí nació un cariño nuevo
El ave del orgullo abrió sus alas en mi alma,
y se elevó lentamente llenándome de versos…

Ya sé que eres tú, abuelo,
quién desde la muerte ata raíces de vida y de futuro
el que llenó de palabras mi sangre, antes de que naciera un agosto cualquiera.

Ahora que te conozco
pesa menos tu rostro tallado en las escuelas de Quisqueya…
La sombra de tu estatua es un árbol
que se levanta fuerte en mi recuerdo…

Llevo tu nombre abuelo y sigo aquel sendero
que abriste en el mar el día que emigraste
Ya sé también que es tu voz la que guía a tantos náufragos…

Tus manos acarician las olas después de la tormenta
Y es por ti que entre San Juan y Santo Domingo
los soñadores comparten una misma playa…

Tus alumnos recuerdan cada palabra tuya
Llevo tu nombre abuelo, piso por donde pisas
Déjame ver la noche con tus ojos
para llegar tan lejos como llegó tu ejemplo…

El ave del orgullo ahora vuela más alto
y en el cielo de Medellín escribe el nombre de mi hija…
Para que tú la mires por mí, que estoy tan lejos,
con tus ojos de abuelo…
con tus ojos de abuelo…


Evan Lewis
New York City

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuanta ternura en este poema.

Como te comente antes.... "escribes con el alma en lugar de pluma"

Un abrazo

Xiomi