lunes, septiembre 18, 2006
El malabarista
Mujer, esta noche la copa de tu boca está llena de
vida…
Sobre tus dos montañas temblorosas,
caminaré toda la noche con mi saco de alegría a
cuestas, sin caerme.
El vino que se derrama de tus labios,
crea constelaciones amargas en mi pecho…
Desde una de tus calles,
infinita como un hilo de luz entre tus piernas,
iniciaré mi viaje hasta tu cabellera de agua.
Ahí, sin teorías ni enciclopedias que me delaten,
como un minero ciego que perdió su alma,
escribiré hasta el amanecer mi nombre.
La sed de este lagarto será eterna….
Evan Lewis
New York City
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