Para los obreros, para los que emigran
la belleza es el nombre de algo que no existe, Pessoa
En tu pueblo una joven se moja el alma
Para que no muera el pez de tu sonrisa
En las noches, cuando la soledad abre su enorme paraguas
ella le pone alas a su pecho para que tú lo beses en un sueño
y te levantes con ganas de morir por la vida…
La ciudad te da poco, tú lo entregas todo
por esa hija que enciende las mañanas,
por esa mujer que abre las ventanas.
El viento es el cartero que lleva tu recuerdo.
Trabajas 12 horas, y más te paga el que ríe que el que te da la espalda…
La gente que te humilla ignora todavía
que la belleza es el nombre de algo que no existe
y que en tu sueño infinito solo cabe una pena
Cumplida la tarea, preparas tu mochila
La llenas de esa nieve que jamás se derrite
Te llevas las monedas, palabras extranjeras
Y le entregas tu cruz al soñador que emigra
...y tus pies son dos barcos que navegan la vida
Evan Lewis
New York City
domingo, noviembre 12, 2006
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